El reciente Rebranding de Just Eat, que ha renovado su identidad visual, no sólo responde a un cambio en lo que a imagen corporativa se refiere. Proyecta una nueva imagen de marca, un mensaje y unos valores bastantes distintos a los que su anterior imagen nos mostraba.
Antes de comenzar, se hace necesario recordar qué es branding. Y que sería, por su parte, un proceso de rebranding:
«Un proceso de reflexión estratégica que tiene como objetivo replantear la creación de una marca en base a nuevos objetivos y contexto de mercado, público y marca».
Mientras su anterior identidad proyectaba valores como la rapidez, su presencia online y quizás su amplia variedad de restaurantes. Con la actual pretenden conseguir un alcance más global, variado y rico culturalmente.
Con esta nueva imagen los valores que transmiten son : variedad cultural, juventud, dinamismo, multitud de sabores y carácter global.
Respecto a la personalidad que proyecta, y según el modelo de arquetipos de marca, Just Eat podría ser “El Inocente”. Una marca que encarna valores de sencillez, autenticidad, lucha por lo que realmente nos gusta y el esfuerzo de destapar nuestros secretos más mundanos, disfrutar.
Es por tanto un nuevo enfoque estratégico, que también se plasma en su universo visual.
Este nuevo panorama estratégico les obliga a pensar globalmente y proyectar unos valores más reconocibles, propios y diferenciales. Una propuesta de valor única y coherente en todas las aplicaciones y discurso de marca.
Just eat, que (palabras de su Director de Marketing) pretende posicionarse como “un Booking o un Amazon. Donde un día te puedes ir a un hostal y otro día al Bellagio Las Vegas, pero todo lo encuentras en la misma web. Ese es el modelo de Just Eat, encontrar cualquier restaurante de alto o medio nivel en cualquier momento” cambia su imagen, packaging y todas las aplicaciones de la marca con la intención de simbolizar “un rayo de color como metáfora visual que refleja la diversidad y la variedad de comida y sabores de todo el mundo que la plataforma ofrece a sus clientes”.
Este nuevo enfoque se orienta a posicionar la compañía como “la mayor comunidad de comida a domicilio del mundo”. Para ello han dado un nuevo aire a su imagen corporativa, que aunque mantiene su característico color rojo, añade también una colorida gama que representa la variedad de su oferta.
Su actual universo visual muestra un amplio espectro de colores, simbolizando su (ahora) carácter global, con especial atención a un público joven.
El nuevo eslogan, “Find your flavour”: optimista, proactivo, con el lenguaje adecuado y apelando a los sentidos a través de la búsqueda de la autenticidad en cada uno de sus clientes. En España “Pide lo que el cuerpo pida”, en un esfuerzo de dejar volar la creatividad de los usuarios, resaltar la enorme variedad de restaurantes que tienen y la intención de apoderarse de los momentos de pedir comida.
De hecho, su Director de Marketing resalta que “queremos que nuestros clientes actuales piensen en la entrega de alimentos como una conveniencia diaria que encaja en sus vidas ocupadas y no sólo como un regalo para las noches de viernes o sábado.”. Habla de normalizar las ocasiones de pedir comida asociándolos a la marca.
Un aspecto crítico y fundamental en su estrategia parece ser adueñarse de los momentos de pedir comida a domicilio, cambiando la mentalidad más tradicional de pedir una simple pizza por una amplia gama de países y sabores, creando experiencias culinarias en nuestra propia casa para que nos transporten a otros países.
De momento parece difícil cambiar la mentalidad del consumidor y hacer propios esos momentos, pero como primer paso, una marca debe creerse su discurso para así conseguir cambiar su imagen en la mente de los consumidores.
Como conclusión, el Rebranding de Just Eat responde a un reposicionamiento estratégico, una distinta propuesta de valor y un nuevo mensaje de cara a todos sus grupos de interés. Una ambiciosa visión de cara al futuro con el objetivo de hacer suyo el mercado de comidas a domicilio.
Si analizamos en profundidad, un simple cambio de imagen puede responder a un reposicionamiento y un giro en la estrategia global de marca.